Sergio Mattarella respira por fin tranquilo tras casi tres meses de angustia política en Italia. El presidente de la República volvió a sonreír tras resolver el rompecabezas que dejaron las elecciones legislativas del 4 de marzo, en las que ningún partido o coalición consiguió la mayoría en ninguna de las Cámaras.
No ha sido fácil ni inocuo el camino para dar vida a la alianza entre el Movimiento 5 Estrellas (M5E) y la Liga que permitió ayer el nacimiento oficial del Gobierno con la jura de sus cargos por parte de los ministros.
El primero en hacerlo fue el nuevo jefe del Gabinete, el profesor universitario de derecho Giuseppe Conte, que no cuenta con experiencia política y que, hasta hace unos días, era un absoluto desconocido para la opinión pública.
Con el juramento de «ser fiel a la República» de Conte y de los 18 miembros de su Gabinete (de los que sólo 5 son mujeres), termina la difícil gestación de esta coalición que ha dejado una crisis institucional desconocida en décadas al poner en duda el M5E la figura del Jefe del Estado.
No obstante, el presidente «sale reforzado» en sus funciones de defensor de la Constitución y garante de la colocación europea e internacional de Italia, como escribe Luciano Fontana, director del ‘Corriere della Sera’. También han provocado estas últimas semanas de difíciles negociaciones pérdidas millonarias en la Bolsa y subidas de la prima de riesgo, aunque desde que el jueves se confirmó el pacto, hubo un cambio de tendencia. Ayer el índice selectivo del parqué milanés cerró con una subida del 1,49%, mientras que el diferencial entre la deuda pública italiana a diez años respecto a la alemana descendió hasta los 239 puntos.
Parece que asustaba más a los inversores la inestabilidad política que la llegada al poder en la tercera economía de la zona euro de dos partidos tachados de «populistas» por sus detractores. Contribuyó a tranquilizarles que el presidente de la República vetara la llegada del eurófobo Paolo Savona al Ministerio de Economía, que ha acabado en manos de una figura mucho más tranquilizadora como Giovanni Tria.