La Academia Europea de Ciencias y Artes Delegación Delegación Española celebró el pasado jueves 28 de Noviembre de 2019 en la Universidad Camilo José Cela, una conferencia dedicada a una aproximación a la obra literaria de Cervantes desde la perspectiva de la Psicofarmacología.
Aquí les dejamos un breve resumen de la ponencia.
Francisco López Muñoz, Profesor Titular de Farmacología, Vicerrector de Investigación y Ciencia de la Universidad Camilo José Cela (UCJC), y académico de la Academia Europea de Ciencias y Artes de Salzburgo (AECYA), impartió el pasado 28 de noviembre la conferencia “La virtud de aquel precioso bálsamo…”: Aproximación a la obra literaria de Cervantes desde la vertiente de la Psicofarmacología”, en la nueva sede de la AECYA, sita en el Centro de Postgrado de la UCJC, en la madrileña calle de Almagro.
En su exposición, el académico realizó un recorrido por la terapéutica farmacológica en la España del Siglo de Oro, así como por la conceptualización de la locura en este periodo, y analizó la obra de Cervantes desde la perspectiva del uso de los agentes farmacológicos dotados de actividad psicotrópica, en diferentes escenas: desde los remedios terapéuticos, fundamentalmente para el tratamiento de los dementes, locos y enajenados (sedantes, como el opio, evacuantes, como el eléboro, tónicos, irritantes), personajes muy frecuentes en la literatura cervantina, a los agentes tóxicos y venenosos, fundamentalmente alucinógenos y narcóticos, en el ámbito de la práctica de la brujería y hechicería (filtros de amor, pócimas venenosas), pasando por los compuestos alexifármacos (cuerno de unicornio, piedras bezoares, castóreo) y las sustancias de abuso (ungüentos de brujas). El empleo de distintas sustancias como ingredientes de estos compuestos, tanto por parte de la medicina oficial como de la práctica heterodoxa realizada por diferentes sanadores, no permitía diferenciar claramente entre medicamentos y venenos, estribando esta diferencia muchas veces sólo en la dosis administrada, en la susceptibilidad individual o en el proceso diferencial de acumulación orgánica. Baste recordar, en este sentido, las palabras de Paracelso en su obra Defensiones: “Todo es veneno… Sólo la dosis hace el veneno”.
Tras un breve análisis del fenómeno de la brujería y la hechicería y las características diferenciales de las mismas en la España Áurea, el Prof. López Muñoz incidió en la composición de los preparados elaborados por estos colectivos, destacando las plantas alucinógenas de la familia de las Solanaceae (beleño, mandrágora, belladona, estramonio, etc.), junto a otras plantas e ingredientes de procedencia animal, como sustancias obtenidas de ciertos anfibios (sapos o escuerzos), muy presentes en la simbología asociada a la brujería y en la elaboración de pócimas mágicas y venenosas, o los polvos de cantáridas, resultantes de la molienda de la “mosca española”, un ingrediente habitual de los filtros de amor.
En el transcurso de su intervención, Francisco López Muñoz defendió la hipótesis de que Cervantes se vio influido por la obra Materia Médica de Dioscórides, del médico segoviano judeoconverso Andrés Laguna, para documentarse en materia farmacoterapéutica. Esta hipótesis se basa, entre otros elementos y según la opinión del académico, en la existencia de esta obra técnica en la biblioteca privada cervantina, según la reconstrucción de la misma llevada a cabo hace unos años. De hecho, el Dioscórides es la única obra de carácter científico-médico que cita Cervantes en toda su producción literaria, en concreto en El Quijote (Parte I, capítulo XVIII). Además, es frecuente, como ha demostrado el investigador en sus numerosas publicaciones sobre este tema, el empleo por parte de Cervantes de descripciones similares a las aportadas por Laguna en su Dioscórides: las propiedades terapéuticas del romero en el tratamiento de heridas y traumatismos en El Quijote, los efectos narcóticos del opio en El celoso extremeño, los efectos psicodislépticos de algunos filtros de amor en El licenciado Vidriera, o los efectos tóxicos de algunos venenos en La española inglesa. Incluso ha confirmado que, en algún caso, se llega a citar casi literalmente algún párrafo de los comentarios de Laguna en su Dioscórides, como el efecto purgante del ruibarbo en el exceso de cólera en El Quijote, o los efectos alucinógenos de los ungüentos de brujas en El coloquio de los perros.
Francisco López Muñoz concluyó comentando que Cervantes demostró en sus obras tener amplios conocimientos de medicina, además de por la lectura y manejo de diversos tratados de terapéutica, como el mencionado Dioscórides, también por su estrecha vinculación con el mundo sanitario a través de su entorno familiar y de amistades. En suma, los textos cervantinos, a pesar de no ser, en modo alguno, tratados científicos, posibilitan, en opinión del académico, una acertada aproximación a los usos (y efectos) de los agentes farmacológicos en la España tardorrenacentista.