La Academia Europea de Ciencias y Artes Delegación Delegación Española celebró el pasado miércoles 5 de junio de 2019 en el Club Financiero Génova, una conferencia sobre Tabaco y Cirugía que expuso el Dr. Miguel Ángel Caínzos, Catedrático de Cirugía General y Aparato Digestivo. En la conferencia se abordaron los factores que incrementan los riesgos de la cirugía y aumentan la morbi-mortalidad en el período postoperatorio, concretamente se habló del tabaco.
Aquí les dejamos un breve resumen de la ponencia.
La evolución de la cirugía durante los últimos 150 años ha sido increíble desde un punto de vista técnico, llegándose a finales del siglo XX al concepto propuesto por Richard Satava de USA, de “cibercirugia” con todas sus implicaciones.
Sin embargo, hay una serie de factores que incrementan los riesgos de la cirugía y aumentan la morbi-mortalidad en el período postoperatorio. Uno de ellos, es el tabaco, por sus efectos deletéreos, es decir destructores y nocivos para el paciente que ha sido sometido a una intervención quirúrgica.
Es sabido que el tabaco directamente afecta a una gran cantidad de órganos y que es responsable de un elevado número de cánceres bucofaríngeos, de laringe, de tráquea, bronquios y de pulmón, de estómago, de páncreas, de colon, de riñones y uréter, de la vejiga urinaria, de cuello de útero, además de la leucemia mieloide aguda. El denominado “humo de segunda mano” que es el que afecta al fumador “pasivo”, aquel que no fuma pero que vive inmerso en un ambiente de humo causado por el tabaco, puede desarrollar cáncer de los senos nasales, cáncer de la mama o cáncer del pulmón, además de sufrir ataques de apoplejía y el temido EPOC, es decir, enfermedad obstructiva crónica del pulmón.
Como consecuencia de los efectos deletéreos del tabaco en el enfermo operado, se incrementan las infecciones postoperatorias tanto las superficiales como las profundas o las que afectan a cavidades como la abdominal, se dificulta la cicatrización de las anastomosis intestinales así como la de la herida operatoria, se produce una disminución de los mecanismos de defensa de los neutrófilos y por otra parte, su efectos nocivos sobre el sistema circulatorio producen una serie de reacciones adversas especialmente importantes en los enfermo diabéticos. Todo ello altera el curso normal del período postoperatorio y en ocasiones, por su gravedad, obliga a que el enfermo tenga que estar varios días ingresado en las Unidades de pacientes críticos, es decir: UCI o REA.
Todos estos problemas incrementan la morbilidad postoperatoria, incrementan el re-ingreso de pacientes que ya habían sido dados de alta y aumentan la mortalidad después de la cirugía. Desde un punto de vista económico, estos hechos dan lugar a un importante encarecimiento del coste del acto operatorio y dificultan la sostenibilidad de los Sistemas Sanitarios. En este sentido es necesario tener en cuenta que el coste más elevado a nivel hospitalario, es el de la cama. Por lo tanto, cuando un paciente desarrolla complicaciones postoperatorias, está ingresado durante más días de los necesarios y este hecho además de elevar los costes hospitalarios por enfermo, dificulta la gestión de las camas de los Servicios Quirúrgicos, que no pueden ser utilizadas para que otros enfermos sean operados hasta que el paciente con complicaciones postoperatorias no es dado de alta.
Una revisión de la literatura desde el año 2005 hasta el 2019, pone de relieve la importancia de todos estos hechos. El paciente fumador, tiene más y mayores complicaciones postoperatorias incluso en lo que quirúrgicamente se considera como “cirugía limpia”, es decir, aquella cirugía que tiene un muy bajo nivel de contaminación bacteriana durante el acto operatorio, como es la del cáncer de mama. Un estudio americano en más de 26.000 casos de cirugía por tumor de mama en mujeres, demostró que el hecho de haber fumado asiduamente antes de la operación era un importante factor de riesgo de complicaciones postoperatorias, al igual que la diabetes o la obesidad. Este mismo hecho se ha podido constatar en otros tipos de cirugía como es la de cáncer colorrectal. Se ha podido comprobar que el hábito tabáquico complica el postoperatorio en estos enfermos, que tienen más y más graves infecciones del sitio quirúrgico y de la cavidad abdominal. Los mismos resultados se han comprobado en otros tipos de cirugía del aparato digestivo e incluso en cirugías extra-abdominales y clasificadas como “limpias” como es la cirugía de la columna vertebral.
Un reciente estudio publicado en el año 2016, ha puesto de relieve que el hecho de dejar de fumar 30 días antes de la operación disminuye el número de complicaciones postoperatorias. El hecho de dejar el hábito de fumar tres meses antes de la operación, disminuye todavía de manera más significativa el número de complicaciones postoperatorias, sobre todo a nivel pulmonar. Por este motivo, el cirujano debe aprovechar el momento de la firma del Consentimiento Informado para informar adecuadamente al enfermo sobre estos hechos y estimularle a dejar de fumar antes de la intervención quirúrgica con el objetivo de desarrollar un período postoperatorio libre de complicaciones derivadas del tabaco. Esto es de gran importancia y se considera como una obligación ética por parte del cirujano el informar adecuadamente sobre este tema al paciente que va a ser sometido a una intervención quirúrgica programada o de carácter electivo.
El problema se agrava especialmente cuando el enfermo tiene que ser intervenido quirúrgicamente de manera urgente por presentar un proceso inflamatorio (apendicitis, colecistitis aguda, diverticulitis aguda, etc.) u obstructivo, que obliga a una operación inmediata. En estos pacientes por motivos obvios, no se puede suprimir el tabaco antes de la cirugía y en ellos cabe esperar que el periodo postoperatorio sea complejo y que se produzcan diversos tipos de complicaciones: infecciones pulmonares, infecciones del sitio quirúrgico, eventraciones, etc. La asociación antes de operarse de diabetes mellitus y tabaco, es especialmente nociva para el enfermo sometido a cirugía y en ellos deben extremarse todas las medidas necesarias con el objetivo de evitar complicaciones postoperatorias, ya que en en estos casos se puede incrementar notoriamente la morbilidad y la mortalidad quirúrgica.
Por todo lo expuesto en la conferencia, es evidente que es de enorme importancia la educación e información a la población sobre los riesgos derivados del hábito de fumar cuando en un sujeto que tiene que ser sometido a una intervención quirúrgica, especialmente cuando ésta tiene que ser realizada con carácter de urgencia. En este sentido, es necesario considerar que debido al incremento actual de la edad de la población, es muy probable que un alto porcentaje de la misma, sea sometida en un momento dado de su vida a una intervención quirúrgica